Con los pies en la tierra: que el ego no ciegue tu visión de líder

Sucede con frecuencia: hay personas que, al llegar a un puesto alto de mando, experimentan un cambio radical negativo, que puede sintetizarse en la famosa frase “se le subió a la cabeza”. A la larga, esa trampa, en la que podría caer cualquiera, daña la carrera profesional de quien la vive y padece.

A veces, llegar a un puesto de liderazgo puede colocarnos en una delgada línea entre la autoconfianza y el ego. En efecto, cuesta mucho trabajo alcanzar una posición con mayor grado de responsabilidad y, aunque debemos reconocer que nuestras habilidades tuvieron un papel importante, una vez arriba es necesario no dejarnos seducir por las mieles del éxito, ya que podríamos perder el piso.

La soberbia es mala consejera 

Aunque es vital tener seguridad en uno mismo, a veces los halagos o las adulaciones nos elevan el ego sin darnos cuenta y es fácil tener actitudes arrogantes. La soberbia en un líder es altamente dañina, ya que no sólo afecta a la reputación de la persona, también tiene un impacto negativo en el equipo de trabajo, porque únicamente generará desmotivación, falta de confianza e incluso un ambiente laboral tóxico.

Mantén los pies sobre la tierra 

Si bien hay que sentirse orgullosos de que nuestro trabajo rinda buenos frutos, debes tener cuidado de no despegar los pies de la tierra, por ello es aconsejable hacer una evaluación de nuestro comportamiento y desempeño para asegurarnos de que seguimos siendo los mismos y que conservamos nuestro sentido común. Aquí te dejo algunos consejos:

Ten cuidado con los halagos 

Son muy satisfactorios, pero siempre hay que tomarlos con reserva, porque, una vez en sus garras, podemos cegarnos y no pensar con claridad, pues el ego aumenta.

Escucha a los amigos

Los verdaderos amigos siempre nos van a decir si estamos fallando en algo. Las personas que nos conocen más y nos tienen confianza van a ser directas. En ese sentido, es aconsejable aceptar su punto de vista y analizar nuestros actos para confirmar si, en efecto, estamos cometiendo un error. Reconocerlo nos ayudará a evitarlo. 

Trabaja en equipo para gestionar el éxito

Siempre hay que tener en la cabeza que el éxito viene en equipo. Debemos recordar que, el hecho de llegar a una meta empresarial, rara vez se debe a una sola persona. Siempre hay un grupo de gente detrás de nosotros y por ello hay que saber reconocer su trabajo, ser consciente de ello y agradecer la colaboración en conjunto. 

Evita perder tu capacidad de liderazgo

El liderazgo es una habilidad que hay que aprender a trabajar. Una de sus claves es evitar que el ego se apodere de nuestras ideas, por ello un buen líder cumple con lo siguiente:

No tener miedo a delegar 

El trabajo en equipo es el que lleva al éxito, por ello un buen líder no teme delegar, porque no sólo fomenta la confianza y el compromiso, sino también es consciente de que no puede estar presente en todas las tareas. 

Tener capacidad de adaptación

Una mente cerrada jamás fomentará la adaptación, que es una de las habilidades indispensables en este mundo conectado que cada día cambia sin aviso. Por ello, ser flexibles nos garantiza el éxito. 

Ser empático

Comprender las necesidades de nuestro equipo es importante, porque da cuenta de que estamos al tanto de ellos. Los malos jefes evitan ser empáticos, pues temen que sus equipos no los respeten o pasen por alto sus indicaciones, pero el miedo tampoco es un buen consejero, al contrario, nos puede llevar a decisiones erróneas.

Fomentar la retroalimentación 

Un verdadero líder siempre dará un espacio de comunicación con el equipo para escuchar ideas y tener perspectivas diferentes. Así que siempre permanece abierto a comentarios constructivos y a nuevas propuestas.

Recuerda que dejarse dejarse cautivar por los triunfos es válido por cinco minutos, pero regresar de inmediato a la realidad es indispensable, ya que, si el ego nos nubla el juicio, crearemos una mayor tendencia a generar ambientes de trabajo negativos, a perder la confianza y respeto de la gente que nos rodea, y a disminuir la productividad y la innovación.

¿Qué otro consejo propondrías para evitar que el éxito nos distraiga? Me gustaría conocer tus ideas, así que te leo en los comentarios. ¡Hasta el siguiente post!

Imagen: pexels.com/Miguel A. Padriñán

You Might Also Like

No Comments

    Leave a Reply