El 8 de marzo de cada año es una fecha en la que debemos conmemorar y reconocer diversos esfuerzos de las mujeres que han hecho el cambio para las que vamos avanzando. Este año te invito a reconocer a las Queenagers, quienes han pavimentado el camino profesional de las nuevas generaciones. Ellas se atrevieron a romper paradigmas y se integraron a la fuerza de trabajo en ambientes de dominación masculina.
Pero, ¿quiénes son las Queenagers?
Esta generación empezó su vida laboral en la década de 1980 y fue la que expuso el hoy conocido término “techo de cristal”, barrera invisible que no permite que las mujeres accedan a puestos más altos, a pesar de tener la formación y la experiencia para ocuparlos.
Uno de sus grandes méritos fue abrirse paso en una sociedad en la que se consideraba a una mujer no apta para el trabajo empresarial, pero sí para el cuidado de la casa y de los hijos. Ellas se encargaron de demostrar lo contrario.
En la actualidad, las Queenagers son mujeres que están en el rango de los 50 y 65 años, son solventes económicamente, una tercera parte de ellas no tiene hijos y las que se convirtieron en madres regresaron a trabajar. Todas se desenvuelven en posiciones clave y esta situación les permite tener mayor libertad en muchos aspectos.
En busca del reconocimiento
A pesar de que han logrado grandes avances y que al menos en Estados Unidos representan el 20 por ciento de la fuerza de trabajo, todavía siguen en pie de lucha por ser reconocidas y están ávidas por ver aún más cambios de la participación femenina en rangos más altos dentro de las empresas o en el ámbito político.
Las Queenagers incluso son un segmento al que no se le ha reconocido en distintas áreas, como en la publicidad o los medios de comunicación, ya que —explican las autoras Jane Evans y Carol Russell— en estos campos profesionales se considera que las diferentes etapas de la mujer son “niña pequeña, adolescente rebelde, objeto sexual, mujer profesionista, mamá, mujer mayor esperando morir”. Como vemos, las mujeres de la mediana edad no están consideradas en esta línea de vida, menos las que tomaron decisiones diferentes para su futuro.
Esta realidad se confirma gracias a la investigación que publicó el medio británico Noon, especializado en mujeres de mediana edad. En el trabajo periodístico se destaca que 41 por ciento de ellas no se siente representada en la sociedad. Y muchas veces sólo se les asocia con el periodo de la menopausia, cuando su realidad y capacidad van mucho más allá de ese proceso físico.
La edad de las oportunidades
Esta etapa de la vida de las mujeres es altamente productiva, porque tienen libertad y solvencia económica, lo que les permite seguir creciendo y creando, pero a veces no se les da el reconocimiento merecido o las hacen a un lado por cuestiones de edad, por ello es que también se enfrentan al llamado edadismo.
Para muchas Queenagers esta etapa de vida es una oportunidad de vivir lo que no pudieron hacer en décadas anteriores, por la gran cantidad de responsabilidades que tenían que cumplir, como profesionistas y mamás de tiempo completo. Este es el momento de crear empresas, de hacer los viajes que no pudieron hacer o de tener las experiencias que siempre han deseado.
Es urgente que la sociedad se dé cuenta de su relevancia y de lo que han hecho para abrir camino a las nuevas generaciones de mujeres, para que así sigan creciendo y logren superar los obstáculos que todavía existen para llegar a grandes puestos. Así que este 8 de marzo hagamos una reflexión y reconozcamos la labor fundamental de las Queenagers.
¿Qué opinas de las Queenagers? Deja en los comentarios tu opinión, me gustará conocerla. ¡Hasta el siguiente post!
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