Este concepto parece reciente; sin embargo, es algo con lo que hemos convivido en el ámbito laboral desde hace mucho tiempo y que hay que estar atentos para detectarlo y así, evitar cambios en el ambiente laboral que repercutan en la productividad.
El presentismo es una manera de estar físicamente en el trabajo, pero sin estar enfocado. Este estado no solo pone en riesgo a los empleados de tener algún accidente o cometer un error, sino que también afecta a la productividad de la empresa. Es mucho más común de lo que pensamos, ya que, al menos, el 50 por ciento de los trabajadores en México lo ha experimentado alguna vez.
El concepto de presentismo significa que el trabajador está presente, aunque a causa de alguna enfermedad, lesión o por otra condición, no puede desempeñar sus labores como es debido. Es decir, está más relacionado con una cuestión de salud, tanto física como mental, aunque también puede ser una intención directa o premeditada para dejar de hacer sus tareas: es entonces cuando se presenta el quiet quitting.
La salud: un factor determinante
Una de las formas en las que más aparece el presentismo es la presión o miedo de que la inasistencia, lo que provoca que los colaboradores que se presentan enfermos a laborar, pues sienten que una falta les causará algún problema con su puesto, ya sea porque están en un ambiente altamente competitivo o, muchas veces, porque los jefes los pueden estigmatizar por sentirse mal.
Otra dificultad es el trámite de una incapacidad, ya que de acuerdo con la Ley del Seguro Social, ni el patrón ni el seguro están obligados a pagar el salario del empleado durante los primeros tres días. Generalmente, una incapacidad de un par de días tiene que ver con algún malestar que no es grave, como una infección estomacal o un resfriado, así que muchas personas prefieren asistir a su trabajo en esas condiciones para no tener un descuento en su sueldo o no perder todo un día en un servicio médico.
Existen estudios que demuestran que darles a los empleados el descanso ante algún problema de salud puede ser más benéfico, no solo para la productividad de la empresa, sino además para evitar accidentes o contagios; por ejemplo, la Universidad de Pittsburgh hizo un estudio en el que se demuestra que si un colaborador resfriado se presenta a laborar un día, es posible que provoque más de un contagio y aumenten los casos de gripe hasta 40 por ciento, lo que quizá afecte a distintos grupos de la empresa y no únicamente a un individuo (la pandemia nos dejó muy clara esta situación).
¿Cómo perjudica a la empresa?
Cuando una persona no está atenta a sus tareas, puede generar distintas consecuencias; de primera instancia, una baja en la productividad, ya que no se cumplen los objetivos establecidos en tiempo y forma.
Debido a que las personas no se encuentran bien anímicamente, laboralmente o están con síntomas o malestares, tienden a mostrarse más sensibles o irritables, lo que puede dañar la convivencia entre los compañeros e incluso causar malos entendidos.
Por tanto, baja la motivación y afecta la capacidad de ser propositivos, pues la cabeza está en otra parte. Esta falta de atención también aumenta las posibilidades de tener accidentes, sobre todo para los trabajos que se relacionan con maquinaria. Por todo lo anterior, podemos decir que el presentismo es más costoso que el absentismo.
¿Cómo mejorar la situación?
Lo más recomendable es detectar el grado de presentismo en tu empresa, labor que debe guiar el departamento de recursos humanos, pero también es posible notarlo entre compañeros o entre jefes y subordinados; por ello, hay que establecer una buena comunicación para que las personas se sientan con la confianza de comentar sus presiones y malestares. En la actualidad, existen herramientas tecnológicas que ayudan a hacer evaluaciones de productividad y que pueden dar una buena pista de cuando las personas asisten “sin estar”.
Hay otras acciones que son útiles para mejorar la situación:
La flexibilidad horaria
Cuando se logra un acuerdo de un horario flexible, se les da a los empleados el tiempo para realizar actividades que muchas veces les quitan el sueño, como acudir a citas médicas, realizarse análisis o tomar terapias. Si disponen de ese tiempo para resolverlas, se centrarán más en las tareas que su trabajo implica, porque se sienten tranquilos de que están cumpliendo sus objetivos personales.
Beneficios a favor de la salud
Muchas compañías confían la salud de sus empleados a los servicios públicos sanitarios, pero no está por demás que la empresa tenga algunos planes de salud extra que beneficien a sus trabajadores. Un ejemplo es conseguir descuentos en gimnasios, terapias de relajación, charlas motivacionales o jornadas de vacunación, acciones que ayudan a la prevención de enfermedades y a mantener el bienestar.
Si lo tuyo es el presentismo…
Algunas personas tienden a distinguirse justo por tener este tipo de conductas. Si es tu caso, no lo tomes a la ligera y revisa el origen profundo de la situación: más que estar desmotivado para trabajar, en verdad puedes tener una condición médica que atender. Estar saludable es un beneficio en cualquier ámbito de tu vida.
¿Has experimentado el presentismo? ¿Cuáles han sido las causas? Me gustaría conocer tu historia, así que te leo en los comentarios. ¡Hasta el siguiente post!
Imagen: pexels.com/Anna Shvets
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