Escuchar comentarios ofensivos u hostiles sobre algún elemento de nuestra identidad no es cómodo y puede afectar Escuchar comentarios ofensivos u hostiles sobre algún elemento de nuestra identidad no es cómodo y puede afectar la salud de una persona. Este tipo de acciones se consideran microagresiones, algo que daña incluso a las culturas de trabajo más sólidas. Entenderlas nos permite atenderlas para aprender, evolucionar y crecer.
¿Qué es una microagresión?
Este concepto se refiere a comentarios sutiles que no tienen buena intención y se convierten en ataques, porque hacen referencia a la identidad de una persona. El término lo creó Chester M. Pierce en 1970 para describir las agresiones veladas que recibían los afroamericanos. En la actualidad podemos ampliarlo a la manera en que se refieren algunas personas a la apariencia, al género o a algunas minorías.
Aunque los comentarios siempre se dirigen hacia las personas de grupos tradicionalmente marginados, un estudio de Buk revela que 70 por ciento de las mujeres ha enfrentado una microagresión laboral. Este tipo de pequeñas acciones tiene un efecto macro, porque puede afectar de manera psicológica a las personas y, por ende, a la relación laboral. Hay datos que indican que 5 de cada 10 trabajadores consideran dejar su trabajo si enfrentan esta hostilidad.
Tipos de microagresiones
Para evitar que sigan propagándose entre los compañeros de trabajo, se deben identificar los tipos de microagresiones que existen. Básicamente podemos dividirlos en dos:
- Verbales: son los clásicos comentarios sobre apariencia física, género, orientación sexual, edad o capacidad para llevar a cabo alguna tarea, lo que resulta ofensivo.
- Conductuales: entre los más comunes está la invalidación de las personas, excluirlas del grupo, interrumpirlas o desvalorizarlas. El contacto físico no deseado o negarles herramientas de trabajo necesarias son otras maneras de agresión.
¿Qué hacer ante las microagresiones?
Hay varias estrategias para poder responder a una microagresión, pero el primer paso será que la persona agresora reconozca que su acción no fue adecuada. Como hemos visto, ocasionalmente los comentarios son un tanto involuntarios.
Otra manera de enfrentar es explicar a la otra persona la razón por la cual su comentario tiene tintes de agresión. Algunos compañeros pueden desconocer el contexto de la situación del ofendido, y esta explicación puede ayudar a aumentar la conciencia.
Si tú cometiste la microagresión
También debemos abordar el otro lado de la moneda, ya que a veces podemos hacer una microagresión a nuestros compañeros. En este caso, lo más recomendable es que, al percatarnos de nuestra falta, no reaccionemos de manera defensiva como cerrar con “era una broma” o “no lo dije en ese sentido” porque es una manera de invalidar los sentimientos de la persona ofendida.
Cuando alguien se acerca a comentar que pudiste haber sido ofensivo con lo que dijiste (recuerda que a todos nos puede pasar), la Guía Para la Salud Mental en el Trabajo de Harvard Business Review recomienda seguir estos pasos:
- Haz una pausa: respira y recuerda que todos cometemos errores. Reflexiona y relájate para no actuar con emoción y empeorar la situación.
- Aclara y escucha: si no supiste exactamente qué pudo haber sido ofensivo, invita al diálogo a tu par con el fin de que te explique. No interrumpas y escucha.
- Aprende y discúlpate: sé honesto y acepta tu falta, ofrece una disculpa y reitera tu compromiso para no repetir la acción.
Quizá no lograremos que la persona acepte nuestro arrepentimiento de manera inmediata, pero comprometerte a evitar esas acciones puede resultar más satisfactorio para ambas partes y será una lección para cuidar lo que decimos o cómo lo decimos.
La actitud de las empresas ante las microagresiones
En la actualidad, este tipo de acciones se ha normalizado, principalmente porque es complicado distinguirlas y, en segundo lugar, porque las personas ofendidas tienen miedo a recibir represalias si denuncian.
Es importante establecer dentro de las empresas algún espacio formativo en donde se explique en qué consiste una microagresión y los motivos por los cuales resulta negativa. Para fortalecer un ambiente de respeto, es necesario incluir este tipo de faltas en las políticas de acoso de la empresa. Eso evitará que el problema se perpetúe.
¿Qué opinas de este tema?, ¿Hay algún consejo o experiencia que quieras compartir para ayudar a que este tipo de comportamientos desaparezca? Te leo en los comentarios.
¡Hasta el siguiente post!
Imagen: pexels.com/cottonbro
No Comments