El desempeño tradicional —estudiar una carrera, emplearse por años en el mismo sector y jubilarse— es un patrón que se está modificando. Hoy existen más personas que, al menos una vez en el transcurso de la vida laboral, incursionan en otras áreas no relacionadas con su carrera original: por ejemplo, solo en Estados Unidos 6.2 millones de sus trabajadores han cambiado de rubro antes de retirarse.
Esta variación se debe a las circunstancias laborales actuales y los constantes cambios tecnológicos, demográficos y económicos, lo que lleva a los profesionales a entrar en otras áreas y a crecer de múltiples formas.
Aunque ya se venía gestando desde antes de la pandemia, la emergencia sanitaria aceleró el proceso al sacarnos de nuestra zona de confort para adaptarnos a otros esquemas de trabajo o incluso realizar nuevas actividades, y además, nos llevó a evaluar las condiciones y la satisfacción de nuestra vida profesional.
¿Por qué cambiar de rubro?
Las circunstancias económicas y laborales se han transformado drásticamente, si las comparamos con las que vivieron nuestros padres o abuelos. Dos grandes razones por las que debemos ampliar nuestra gama de conocimientos son la tecnología y la automatización. Pero también existen otros factores que abren la posibilidad de tener experiencias profesionales no lineales.
Por ejemplo, la esperanza de vida: hoy es más alta que en el pasado, por lo que las personas deben ser económicamente activas por más tiempo y, por ello, el plan de 40 años laborales está quedando atrás. Actualmente, se propone aumentar el periodo de trabajo por arriba de los 60 años; de esta manera, la adaptación a otro tipo de empleos será una tendencia importante.
Otro punto a destacar son las cuestiones personales, ya que, algunas veces, la elección de la carrera profesional se decide a temprana edad con muy poca información, la cual puede no coincidir con los gustos de cada quien; por este motivo, con el paso del tiempo, puede llegar el momento de incursionar en aquello que realmente disfrutamos hacer. Otra posibilidad es cuestionarse si de verdad nos satisface el trabajo actual o si es necesario buscar otros objetivos y, por ende, otros caminos.
No es lo mismo que job hopping
No solo son los profesionales: las empresas ahora comienzan a valorar la flexibilidad en los perfiles de sus contrataciones. Esto es para que sus empleados tengan la capacidad de adaptarse a situaciones de trabajo evolutivas, lo que puede apoyar al cambio de rubro laboral.
Aunque existe esta búsqueda de flexibilidad, es fundamental no confundir la idea de construir un camino profesional no lineal con el job hopping, una práctica muy recurrente en las nuevas generaciones, que consiste en no permanecer en un trabajo por muchos años, pasando de una compañía a otra en la búsqueda de nuevas experiencias, mejores sueldos y crecimiento. Si bien esta tendencia se está normalizando, no se relaciona con un cambio de rubro laboral.
Cómo optar por un camino no lineal
Hay muchos factores que debemos tomar en cuenta para elegir un camino multidisciplinario, y aquí te explico algunos aspectos que te pueden ayudar:
Plantea lo que quieres
Los cambios que planees hacer debes cimentarlos en un autoanálisis profundo. Plantea qué tipo de variación quieres hacer y la razón de la misma, ya sea por una cuestión monetaria, personal o circunstancial. Una vez hecha esta parte, es altamente recomendable que lo platiques con las personas que puedan darte una opinión objetiva para evitar que todo quede en ensoñaciones sin fundamento y tengas las herramientas para hacer un proyecto tangible.
Analiza tus habilidades
Puedes hacer una lista en la que detalles qué habilidades tienes, qué es lo que más te gusta hacer y aquello en lo que destacas. Es aconsejable que incluyas habilidades duras, blandas, personales y cognitivas. Este listado te dará una idea de tus áreas de oportunidad.
Revisa la cuestión monetaria
Realiza un pequeño ejercicio y responde la siguiente premisa: sin pensar en la cuestión monetaria, describe qué te gustaría hacer. Esta pregunta hipotética te puede ayudar mucho a encontrar tu pasión y crear un plan a futuro, en lo cual ya deberás incluir la parte económica. Mucha gente teme no tener mejores ingresos, pero hay que recordar que en la vida no todo es seguro y también cabe la posibilidad de lograr mayores beneficios económicos al adentrarnos a otro campo. De todas maneras, siempre es aconsejable tener un ahorro que te respalde mientras llevas a cabo el cambio.
Lo previo sirve
Cambiar de área no es sinónimo de empezar de cero, porque este se hace en función de las habilidades que ya tienes muy bien definidas y que puedes adaptar a tu nuevo puesto laboral; por ejemplo, un abogado que le gusta investigar y escribir o un mercadólogo que le atrae la tecnología pueden desarrollarse en ámbitos de la escritura o la ciencia de datos, respectivamente.
La capacitación es la clave
Tomar cursos de capacitación con el fin de reforzar tus habilidades te dará seguridad para emprender un nuevo camino. Investiga qué otras aptitudes necesitas para estar al día o para aprender más sobre el área de trabajo ahora elegido. En la actualidad, hay diferentes opciones de cursos, talleres o podcasts que pueden complementar tu formación profesional.
Muchas personas tienen éxito con estos cambios: de acuerdo con una encuesta realizada por el American Institute for Economic Research, el 80 por ciento de las personas encuestadas, que eran mayores de 47 años, dijeron haber triunfado al apostar por otro rubro profesional.
Platícame si has pensado en tener un camino laboral no lineal y, de ser así, ¿en qué te gustaría incursionar? Te leo en los comentarios. ¡Hasta el siguiente post!
Imagen: pexels.com/LosMuertosCrew
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