Los cambios sociales y laborales en los últimos años han hecho que muchos profesionales busquen ambientes no solo que los motiven, sino también donde tengan un bienestar mental y emocional. Pero ¿cómo identificamos un trabajo tóxico y qué hacer con ello?
Entre las causas del movimiento Gran Renuncia se encontraron los ambientes tóxicos en el trabajo. De acuerdo a un estudio del MIT, un entorno de esta clase en las áreas laborales conlleva a que aumenten más de 10 veces las dimisiones en este tipo de organizaciones.
Otras investigaciones señalan que más del 10 por ciento de los gerentes y directores de las empresas tienen actitudes frías e insensibles con los subordinados, lo que bloquea la confianza de hablar de abusos en los equipos y fomenta los ambientes laborales tóxicos. Hay tres conductas específicas por parte de los líderes que propician esta situación:
- Prioridades dispersas. La desorganización es una de las razones más significativas para que se generen ambientes laborales tóxicos. Los números son contrastantes: según RHR Internacional, solo el 53 por ciento de los equipos de bajo rendimiento ponen atención a los objetivos relevantes contra el 93 por ciento de los de alto rendimiento. El menor porcentaje ocasiona desperdicio de recursos y confusiones.
- Rivalidades tóxicas. Si bien la competitividad es normal en las empresas, las rivalidades entre los superiores pueden fracturar a sus plantillas y crear problemas que afecten directamente a la toma de decisiones, así como al cumplimiento de objetivos.
- Mal manejo de conflictos. Conforme al mismo estudio de RHR, solo el 44 por ciento de los equipos de bajo rendimiento tienen un adecuado manejo de conflictos (por debajo del 87 por ciento que lo logran los de alto rendimiento). Hablar mal, ocultar perspectivas o decidir sin reducir los sesgos resulta en que los empleados tengan poco compromiso con la compañía.
Qué nos lleva a sentir un ambiente tóxico
Las situaciones que conllevan a percibir un ambiente de esta índole son variadas; sin embargo, existen algunas que se presentan reiteradamente sin importar el sector. Dorie Dalk, experta en estrategia, señala tres puntos por los que la gente no está a gusto en su labor y que la pueden encauzar a buscar nuevas oportunidades:
- Tus proyectos y tu desarrollo de habilidades. Una gran cantidad de profesionistas exploran otras opciones porque consideran que su trabajo se vuelve una rutina o que están estancados.
- No te sientes bien con tus compañeros. Otro elemento que es primordial para que los profesionales dejen sus empleos es la insatisfacción por el ambiente laboral. Principalmente, si uno de los miembros de su equipo o sus superiores tienen conductas de mobbing, las personas piensan en cambiar de trabajo.
- La remuneración. En algunas ocasiones, cuando la gente siente que no es remunerada de manera adecuada, esta puede ser una razón de peso. Algo que suele estar relacionado con tener incremento de habilidades y experiencias, y no ser retribuido por ello, como ejemplo.
Tomaste la decisión, ¿qué sigue?
Si has notado que laboras bajo circunstancias tóxicas, es muy probable que tomes acción, y una de las más comunes es cambiar de empleo. Hacerlo es una alternativa para mejorar como profesional y como persona; para eso, los expertos recomiendan seguir algunos pasos y así conviertas esta situación en una buena oportunidad:
- Cierra esta etapa. Cuando se viven situaciones de mobbing o similares, quizá haya resentimientos y la incertidumbre de haber podido hacer algo diferente. Los expertos consideran que elaborar un cierre propio es muy poderoso para lograr aceptación y realizar una transición más suave hacia el siguiente trabajo.
- Controla lo que puedas. Aceptar sobre qué no tuviste control y qué puedes mejorar, te ayudará a ser más asertivo en tu siguiente puesto.
- Aprende de las situaciones y planea. No dejes de analizar las condiciones que detonaron este ambiente tóxico y mantente atento a las emociones que provoca en ti para que actúes ante ello si vuelven a aparecer en futuras empresas donde te emplees.
- Rescátate. Dejar un trabajo tóxico conlleva un duelo, por lo que algunas prácticas lo harán más ligero y ayudarán a mejorar tu percepción. Pensar en tres cosas positivas que vives cada día, compartirlo con otros y felicitarte por tus logros son algunas acciones que optimizarán tus labores.
Espero este artículo te sea de utilidad para identificar si estás en un trabajo tóxico y saber qué hacer si te encuentras en una situación laboral de este tipo. Recuerda que quizá sea una gran oportunidad para aprender de ello y puedas crecer profesional y personalmente.
Si te has enfrentado a un ambiente tóxico, ¿cómo has resuelto el problema? No olvides dejarme tus comentarios. ¡Hasta el siguiente post!
Imagen: pexels.com/cottonbro studio
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