Hay una pregunta que comúnmente llega a las conversaciones: ¿Qué harías si no tuvieras miedo? En su mayor parte, los temores que limitan los sueños y objetivos no provienen de un peligro real: suelen nacer de ideas impuestas. ¿Cómo identificarlas y qué hacer para reducirlas o eliminarlas?
Gran parte de nuestros miedos se fundan en creencias limitantes que generamos por distintas circunstancias: la manera en la que nos educaron, experiencias previas que nos traumatizaron o sesgos que existen (y que hemos padecido) en las empresas.
Muchas y muchos se han enfrentado a la incómoda sensación de no ser la persona adecuada para realizar una actividad o no cumplir cabalmente los requisitos para encarar un reto. Estos pensamientos producen miedo –principalmente al fracaso– y para la mayoría, es mejor no enfrentar la tarea con tal de evitar una decepción.
¿A quién afectan más las creencias limitantes?
Por educación y temas sociales, estas ideas de miedo son más marcadas en las mujeres. Mucha gente cree, con prejuicio, que “los hombres tienden a ser más aventurados y seguros de sí mismos en cuestiones laborales”.
Hewlett-Packard es una de las empresas que ha brindado algunos datos al respecto. De acuerdo con estudios de índole laboral aplicados a su personal, los varones solicitaron ascensos teniendo el 60 por ciento de las habilidades requeridas; en contrapunto, las mujeres lo hicieron únicamente si consideraban cubrir la totalidad de los requisitos.
En México, según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el 52 por ciento de las mujeres duda de la calidad de su trabajo, en comparación con el 38 por ciento de los hombres. Además, en proporción, la tendencia de que las mujeres eviten hacer tareas complejas por miedo a fallar es 1.6 veces mayor en comparación con los hombres.
Deconstruir los miedos
Nuestras creencias limitantes son la base de los miedos cuando somos adultos. Por ello, lo mejor es trabajar para dejarlas de lado y, con ello, tener el campo abierto para alcanzar nuestros objetivos personales y laborales.
Hay tres áreas principales donde suelen presentarse estos límites:
- Creencias en el mundo. Suelen ser adoptadas por las sociedades y ser negativas.
- Creencias de otras personas. Muchas veces se relacionan con la ansiedad de aceptación social o “qué van a pensar de nosotros”.
- Creencias propias. Surgen cuando estamos convencidos de que no podremos lograrlo, aunque no sabemos con certeza por qué.
Entender de dónde surge el límite nos permitirá trabajar para construir nuestra propia percepción, con lo cual podremos iniciar el camino hacia cumplir diversos objetivos.
Toma las riendas ¡y hazlo!
Una vez que identificas el origen del temor o esa idea que no te permite avanzar, es momento de analizar, planear el cambio y ponerlo en marcha para lograrlo.
John Sharp, psiquiatra de la Escuela de Medicina de Harvard, aconseja incluir estas acciones para eliminar tus límites:
Identifica tus creencias
El primer paso es reconocer aquellos pensamientos que te limitan o generan miedo. Si no tienes tan claras esas experiencias negativas, escribirlas puede ayudarte a identificarlas.
Evalúa la veracidad
Quizá este sea el paso más complicado del proceso, pero seguro será el más funcional. Trata de analizar qué tan fundamentado está ese miedo y de dónde provienen estas afirmaciones, ya sea de experiencias previas o, incluso, de cuestiones de tu infancia. Determinar el origen te ayudará a disminuir el temor.
Combate el miedo con afirmaciones positivas
Dicen que el lenguaje es destino. Transformar el discurso hacia afirmaciones positivas puede hacer un cambio significativo y generar confianza. Reformula: si piensas “no tengo tiempo”, ajusta a “estoy trabajando en darme oportunidad de vivir lo importante para mí”. Notarás el impacto positivo.
Eres el editor de tu propia historia
No tienes por qué vivir las limitaciones de otras generaciones o de otras personas de tu entorno. Tú puedes poner punto final y modificar tu camino: deja atrás lo que no te sirve y reescribe lo que tú quieres lograr.
¿Has enfrentado este proceso de dejar los miedos de lado para realizar una tarea? ¿Qué tan importante es romper con nuestras ideas limitantes en el entorno laboral? Me gustaría conocer tu opinión, así que te leo en los comentarios.
Recuerda que cada jueves encontrarás una nueva entrada. ¡Hasta el siguiente post!
Imagen: pexels.com/Karolina Grabowska
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