Edadismo: conócelo y evítalo

Se dice que la edad es solo un número y, sobre todo, lo profesional, la capacidad, el talento y la disposición no se pueden medir en años de vida. Sin embargo, muchas veces, es un factor de discriminación en los entornos de trabajo; a este fenómeno se le denomina edadismo, una práctica que debemos erradicar si buscamos crecimiento y liderazgo en una empresa.

¿Qué es el edadismo?

Este concepto se refiere a la discriminación por la edad, ya sea por ser jóvenes o mayores, pero los últimos son los más afectados. Sin darnos cuenta, se ha ejercido por años y no favorece al desarrollo personal ni empresarial.

Aunque el edadismo es más visible en las personas mayores, los jóvenes también lo sufren porque son invisibilizados, batallan para obtener oportunidades de trabajo debido a su falta de experiencia y, en muchas ocasiones, sus voces u opiniones son rechazadas.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada dos personas tiene actitudes edadistas, lo que genera problemas de salud física y mental, que se traducen en un costo de miles de millones de dólares para la economía general.

Conocer la existencia de este tipo de discriminación es primordial para analizar si en nuestra compañía tendemos a ejercerla y, si es así, generar soluciones; pero también nos ayuda a evitarlo en futuras relaciones laborales o contrataciones.

¿Cómo afecta a la empresa?

Las actitudes edadistas afectan al entorno profesional, pues la presencia de ciertos prejuicios impide la convivencia intergeneracional y así se pierde la comunicación y el trabajo en equipo, que es una de las bases para tener una organización exitosa; a su vez, perdemos la oportunidad de crear soluciones innovadoras, las cuales son el resultado de la combinación de la experiencia y una visión del mundo actual.

Los prejuicios más comunes que ocasionan edadismo en las empresas están relacionados con algunos pensamientos que se deben erradicar, por ejemplo:

·  Creer que es necesaria la salida de quienes tienen mayor edad para dar lugar a las nuevas generaciones. Esto ocasiona cierto tipo de recelo entre los compañeros de trabajo; por ello, se requieren buenas prácticas en la administración de personal.

·  Los colaboradores más jóvenes consideran que la gente con mayor edad y antigüedad tiene mejores sueldos, y que esta situación merma las posibilidades de que accedan a puestos más altos o a grandes compensaciones.

·  Las personas mayores son inflexibles y no les gusta tener formación continua. Además, otro prejuicio es que no se adaptan a los cambios tecnológicos, cuestión que es muy discutible. Y una muestra fue que durante la pandemia, todos  debimos acostumbrarnos al uso de la tecnología, y dicho sector generacional no tuvo ningún problema en aprender o mejorar estas habilidades virtuales.

·  Los jóvenes, debido a su falta de experiencia y edad, son incapaces de comprometerse y realizar las tareas encomendadas de manera adecuada.

¿Qué hacer para evitar el edadismo y mejorar la convivencia intergeneracional?

La empatía es la clave para erradicar el edadismo y otros tipos de discriminación. Para lograrlo, debemos quitarnos de la cabeza distintos estereotipos y tener conciencia de que la vejez es un proceso natural que todos vamos a vivir, y que el paso del tiempo no resta la capacidad de solución y de continuo aprendizaje.

Algunos consejos para eliminar el edadismo y fomentar la colaboración son los siguientes:

1. No debemos relacionar vejez con enfermedad. Generalmente, se piensa que una persona con mayor edad puede tener constantes problemas de salud y, por ello, es posible que aumente el ausentismo; sin embargo, no es una verdad absoluta porque, sin importar los años de vida, todos estamos expuestos a diversas situaciones, como de incapacidad por enfermedad o accidente.

2. Fomentar el contacto intergeneracional. Tratar de lograr la convivencia entre los grupos de diferentes edades, ya que los estudios muestran que pasar tiempo juntos disminuye el edadismo en el equipo. Es una forma de que descubran que cada individuo tenemos debilidades y fortalezas, además de que podemos aprender unos de otros.

3. Prestar atención a las capacidades. Debemos saber valorar las actividades en las que las personas destacan y aprovechar esos puntos fuertes para el crecimiento.

4. Generar educación. Trabajar en equipo los conceptos de discriminación y empatía para eliminar estereotipos y tener una herramienta para darse el tiempo de conocer a los colaboradores y compañeros.

La comunicación y convivencia son las dos herramientas para que haya empatía y así erradicar el edadismo.

Espero que te sirva esta información; pero dime si conocías este término y si crees que existen otras soluciones para evitar el edadismo en el entorno laboral. Me gustaría leer tus comentarios. ¡Hasta el siguiente post!

Imagen:pexels.com/Vlada Karpovich

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