Hace unos días, Simone Biles, una de las gimnastas más importantes de Estados Unidos, dejó la competencia olímpica para darle prioridad a su salud mental, poniendo el tema sobre la mesa y dejándonos una reflexión importante en lo que concierne al estrés dentro del ambiente de trabajo. Además de la NOM-35, se están desarrollando nuevos softwares y herramientas que ayudan a dar una mejor atención a la fuerza laboral.
Los estragos del estrés en el trabajo
De acuerdo a la definición de la Organización Mundial de la Salud, el estrés laboral es un grupo de reacciones emocionales, psicológicas, cognitivas y conductuales ante exigencias profesionales que sobrepasan los conocimientos y habilidades del trabajador para desempeñarse de forma óptima. Diversos estudios coordinados por este organismo llevaron a que en 2019, esto se incluyera en la Clasificación Internacional de Enfermedades y que para enero del 2022, el Síndrome de Agotamiento Profesional (mejor conocido como burnout) sea considerado oficialmente como un padecimiento laboral.
Conforme al estudio Global 2020 Millennial Survey realizado por Deloitte, el 48 por ciento de los trabajadores de la Generación Z y el 44 por ciento de quienes pertenecen a la Generación Millennial sufren de ansiedad y estrés, principalmente entre las mujeres y quienes son padres. Dentro de este documento se establece que casi la mitad respondieron que no se sienten cómodos al hablar de su salud mental con sus supervisores, pues consideran que aún existe un estigma sobre este tema.
En México, se registran distintas prácticas que son causantes de estrés laboral. El Instituto Nacional de Salud Pública reporta algunas de las más comunes en el país: largas jornadas en el trabajo (que superan las 55 horas semanales), equipos desintegrados, poco crecimiento profesional, malas gestiones y el acoso psicológico o sexual (esto último se manifiesta principalmente en las mujeres).
Conforme a datos de la OCDE, México es una de las naciones con mayor afectación por estrés laboral: 75 por ciento en promedio. Esta cifra supera a otros países como Estados Unidos (59 por ciento) o China (73 por ciento).
La OMS enlista algunas de las consecuencias que deja el estrés laboral en los empleados a la empresa:
- Aumento del absentismo y menor dedicación al trabajo.
- Efectos negativos en el reclutamiento y aumento de la rotación de personal.
- Incremento de quejas de usuarios y clientes.
- Deterioro de la imagen institucional tanto a nivel interno como externo.
Otros organismos se han abocado a estudiar el fenómeno y a brindar más datos de atención. En lo que respecta a América Latina, la OMS reveló que la hipertensión (una de las razones de mayor mortalidad en la región) se relaciona con altas exigencias laborales entre el 21 y el 32 por ciento de los casos totales. En cuestiones económicas, la Organización Internacional del Trabajo calcula que se pierde el 4 por ciento del PIB global a causa de este estrés y sus consecuencias.
La NOM-35, un avance y nuevos retos para México
En 2019, entró en vigor la Norma Oficial Mexicana (NOM-35), enfocada en identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial en las empresas.
Hasta antes de la norma, México se encontraba en un rezago con respecto a otros países dentro del tema de regulaciones sobre el bienestar laboral. El avance en este tema nos permite como país brindar igualdad de condiciones laborales para que empresas de otras naciones puedan invertir en el territorio.
A pesar de los avances, el 85 por ciento de las compañías en México, según estudios de la UNAM, no tienen las condiciones adecuadas para garantizar un balance entre la vida personal y el trabajo. Además, la pandemia por COVID-19 ha traído nuevos retos para la aplicación de esta norma, como es el teletrabajo, en el que también se debe garantizar un entorno organizacional favorable y reducir los factores de riesgo psicosocial.
La IA para atender a tus equipos
Como ya platicamos, la no atención a la salud mental puede tener consecuencias muy graves tanto en la empresa como en los empleados; por ello, es importante detectar los focos rojos para atenderlos. Para esto, hoy en día se comienza a popularizar el uso de herramientas digitales para la medición del riesgo psicosocial, principalmente con el uso de las aplicaciones móviles, de las cuales existe evidencia de que contribuyen a mejorar síntomas de depresión y ansiedad. Esto se realiza a través de técnicas como el machine learning, del cual puedes leer más de su funcionamiento aquí.
También, dependiendo el lugar de trabajo, se han elaborado programas computacionales que contribuyen a mejorar el entendimiento en los empleados para reducir los riesgos psicosociales laborales. Por ejemplo, la empresa Cognito desarrolló un software que analiza las voces de agentes dentro de un call center para determinar su nivel de estrés y atenderlos. Otro ejemplo es Affectiva, una organización que lanzó aplicaciones para conductores de camiones, las cuales analizan sus expresiones faciales en los viajes para detectar señales de estrés y enviar mensajes al chofer que reduzcan esta condición, con la finalidad de prevenir accidentes.
En el trabajo de oficina, el uso de un chatbot puede dar seguimiento a un empleado a través de aplicaciones en su móvil y también, a través de la conversación y las respuestas, descubrir si las personas de un equipo están en algún riesgo emocional que puede derivar en consecuencias más graves. Algunas aplicaciones como Yana, Wiz, Woebot y otras más utilizan esta herramienta para identificar estados de ánimo de la persona y hacer recomendaciones personalizadas que busquen atender la emoción: meditación, algún ejercicio sencillo o consejos para mejorar en el momento.
Existen otras opciones que combinan el software con algún wearable, lo que brinda informes aún más detallados del bienestar de la persona y, en casos que ya se están probando dentro de centros laborales en Estados Unidos, estos datos pueden intervenir dentro del espacio físico de trabajo, regulando la luz, la temperatura y otros elementos para optimizar la estabilidad emocional de los empleados.
Comienza el camino del bienestar
La OMS sugiere responder tres preguntas iniciales para evaluar el riesgo de estrés laboral:
- ¿Existe algún problema? ¿Cabe la posibilidad de que el estrés laboral esté afectando la salud de los trabajadores?
- ¿Cómo puede resolverse el problema del estrés?
- ¿Se vigila la totalidad del sistema?
Al contestar estas cuestiones, se obtendrá un panorama general para empezar a trabajar. Es importante también que, si tienes equipos a tu cargo, tengas acercamientos a la ley para que te sensibilices en el tema y, si es necesario, busques apoyo en consultores especializados en la NOM-35, que te ayudarán a elaborar un plan de acción adecuado a tu organización.
Si bien la aplicación de la norma es un reto para las áreas de Recursos Humanos, los beneficios de un ambiente laboral óptimo otorga beneficios no solo a los empleados, sino también a la compañía, pues se traduce en una menor rotación de personal, mayor productividad y mejores resultados.
¿Cómo evitas los riesgos psicosociales en tu organización? Cuéntame en los comentarios. ¡Hasta el próximo post!
Imágenes: pexels.com
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