Estamos a pocos días de cumplir un año en la nueva normalidad, en la cual las mujeres han tenido un papel primordial en los hogares del mundo. No todo es malo: dentro de la carga de trabajo, existe una gran oportunidad para que tanto tú —si eres mujer—, como las mujeres de tu empresa aprovechen su potencial.
La pandemia ha sido una etapa que ha cambiado nuestros hábitos de vida y trabajo, sin lugar a dudas. Y a muchas mujeres esta situación las ha obligado a adoptar otros papeles necesarios para que la vida continúe, como la crianza de los niños o el mantenimiento del hogar.
La importancia femenina en la economía
Datos de Naciones Unidas (ONU, por sus siglas en inglés) arrojan que poco más de 527 millones de mujeres trabajan en los cuatro sectores más afectados por COVID-19: los servicios de alojamiento y alimentación; las actividades inmobiliarias, empresariales y administrativas; la manufactura, y el comercio mayorista y minorista, rubros donde la mayor parte de las labores requieren un esquema presencial. Esto significa que el 41 por ciento del empleo total en el mundo es femenino; de esta manera, la contribución de las mujeres al producto interno bruto (PIB) mundial es del 37 por ciento.
Por ello, instituciones como ONU Mujeres y W20 han instado a los ministros de Finanzas y los gobernadores de los Bancos Centrales del Grupo de los 20 para que lideren y coordinen iniciativas mundiales orientadas a promover a las mujeres como fuerza motriz de la recuperación económica. Como ejemplo, el reciente nombramiento de la primera mujer al frente de la Dirección General de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, quien comenzó sus funciones el 1 de marzo y cuya administración concluirá el 31 de agosto del 2025.
¿Cómo vamos en la pandemia?
Este reto para ellas no ha sido menor. En el estudio Comprender el impacto de la pandemia en las mujeres que trabajan,elaborado por Deloitte, se señala que ocho de cada 10 mujeres, al integrar su trabajo profesional en sus casas, necesitaron redistribuir su tiempo personal y, al menos, un tercio comentó que, a partir del trabajo remoto, sus obligaciones laborales aumentaron.
El mismo estudio señala que antes de la pandemia, solo el 1 por ciento de las mujeres trabajaba a tiempo completo en home office, panorama que cambió radicalmente en pocos meses: al final del año pasado, al menos el 37 por ciento de las encuestadas ya se encontraba bajo este esquema.
Sin embargo, si bien el 70 por ciento de las mujeres encuestadas señala que la pandemia trajo grandes cambios en su rutina, el 52 por ciento de las mujeres confirma un potencial para progresar en sus carreras durante este 2021 a pesar de las adversidades, pues como comentaron, el asumir más responsabilidades las llevó a sentirse empoderadas y con la inercia de lograr más para sí mismas.
Una oportunidad empresarial
En el futuro inmediato, los tres principales motores de fidelidad laboral de las mujeres en la nueva normalidad se concentran en tres rubros primordiales: una demanda de aumento de sueldo señalado por el 55 por ciento de las encuestadas, seguido del 48 por ciento que negociaría flexibilidad en los horarios, y 46 por ciento busca mentores de liderazgo, por mencionar algunos puntos.
Como principal medida se observa la adopción del home office por el 45 por ciento de las empresas encuestadas, seguido por el 44 por ciento que continuará con la mayoría de su flotilla en sus instalaciones, el 9 por ciento regresará a ser plenamente presencial y solo el 2 por ciento se quedará con el total de su plantilla vía remota.
Específicamente en México, ocho de cada 10 líderes empresariales señalan que no volverán a las estrategias de negocio previas a la pandemia —aun con la vacuna contra COVID-19—, como indica la Perspectiva de la Alta Dirección en México 2021, elaborada por KPMG. Dentro de los mil 307 miembros encuestados, el 20 por ciento fueron mujeres, una participación 42 por ciento mayor respecto al estudio del 2020 (¡lo que resulta muy alentador!).
En tu opinión, ¿qué necesitas laboralmente para continuar en esta nueva normalidad?
(Imágenes: pexels.com)