Cómo poner límites adecuados en el trabajo

Establecer límites en nuestro empleo es una acción muy saludable, pero a veces, puede ser complejo hacerlo. El problema radica en que, en ocasiones, vamos normalizando las largas horas de trabajo, la presión o atender asuntos laborales en los días de descanso, lo que va borrando lentamente la línea que separa al compromiso con la empresa del que tenemos con la vida personal.

Es cierto que, de vez en cuando, tenemos que hacer ciertos sacrificios por nuestro trabajo, ya sea para resolver alguna urgencia o imprevisto; sin embargo, si este escenario se vuelve constante, se pueden pasar los límites llegando incluso a dañar la salud y también nuestra calidad de vida.

Por qué es positivo poner límites

El tener un ambiente laboral con lindes bien asentados resulta benéfico no solo para los empleados, sino además para la organización, porque tendremos: 

  • Aumento de la productividad

Al tener una buena planeación y cargas laborales equitativas, veremos un aumento en la productividad, ya que todos se enfocarán en la parte que les toca realizar y lo harán de manera asertiva.

  • Disminución del riesgo de burnout

Delimitar es imprescindible para tener un entorno sano, pues la gran cantidad de trabajo sin planeación es causante del 57 por ciento de los casos de estrés. Si a eso aunamos el tiempo reducido de entrega y un ambiente laboral tenso, las posibilidades de burnout —una condición que va a mermar nuestra salud mental y corporal— aumentan. Esto, a la larga, puede generar incapacidades en momentos clave para la compañía. 

  • Compromiso con la empresa

En la actualidad, solo uno de cada cinco trabajadores se siente comprometido con su trabajo; el resto no lo cree así por el ambiente altamente estresante. Si establecemos una cultura de planeación laboral, así como de respeto a los tiempos y tareas, será positivo, en el sentido de que las personas, al saber que están en una organización respetuosa, disfrutarán más su empleo y esto producirá mayor compromiso. 

Cómo establecer los límites 

El primer paso es reconocer quiénes son los depredadores de límites para crear estrategias correctas y así poner un alto de manera adecuada. Con el fin de lograrlo, puedes llevar a cabo las siguientes acciones: 

Ten claras tus funciones y prioridades

Es importante no perder de vista cuáles son las responsabilidades que competen a tu puesto, ya que a veces, sin darnos cuenta, nos vamos adjudicando labores que no nos corresponden; además, este dato te servirá para tener fundamentos si es necesario negociar tu carga de trabajo. Está bien apoyar a nuestro jefe o a los colegas en algunas ocasiones, pero no debemos asumirlo como una responsabilidad, porque lo principal es cumplir con las tareas que tenemos asignadas en la descripción del cargo. 

  • Establece los no negociables

Analiza en qué puntos no es conveniente ceder tus periodos personales por una cuestión de trabajo. Sabemos que tenemos que ser flexibles, aunque siempre es necesaria una lista de lo no negociable, en la que estableceremos aquellas acciones en las que no participaremos por respeto a nuestro tiempo libre y privacidad.

  • Comunícate de forma asertiva

Los dos puntos anteriores te ayudarán a poner en claro tus ideas y así sentarte con tu superior o compañeros, y hablar sobre tus límites. Este análisis será eficaz para comunicarte de manera efectiva y con una base para sostener tus argumentos. Trata de ser claro, conciso y empático, pero sobre todo, firme. 

  • Delega ayuda

A veces, nosotros mismos somos nuestros enemigos al momento de sentar límites, ya que no sabemos delegar o no tenemos la confianza de acercarnos a nuestros colegas para pedir apoyo, y ese afán de cumplir mil objetivos nos va a generar más presión. 

  • Aprende a decir no 

En nuestra cultura, no está bien visto decir no, sin embargo, es una habilidad que hay que aprender para poner márgenes. Si te vas a negar a hacer algo, no dejes abiertas las posibilidades con frases como “tal vez” o “posteriormente”; solo di “no” y da una explicación muy breve de tus razones o brinda una solución alternativa para apoyar a la otra persona.

Poner límites es una tarea complicada, pero no imposible: esta acción se debe realizar cuando sabes que ya existe abuso de confianza o notas que la gestión del trabajo no es equitativa. Si por otro lado, en una evaluación personal, consideras que te estás excediendo en la solicitud de permisos y marcar los límites, evalúate: puede ser que estés en una situación de quiet quitting, del cual te platico más aquí.


¿Qué otra estrategia recomendarías para poner límites? Compártela en los comentarios, será de gran ayuda. ¡Hasta el próximo post!

Imagen: pexels.com/Linda Ellershein

You Might Also Like

No Comments

    Leave a Reply