La equidad en México: ¿cómo vamos?

Me gusta una frase que dice: “lo que no se mide, no se mejora”. Y en el tema de paridad laboral, vale la pena hacer una evaluación constante para establecer las políticas necesarias que ayuden a lograrlo. Estos datos te van a interesar.

La participación crece

Cada día, más empresas se preocupan por ser más equitativas en México. De acuerdo al estudio Women Matter MX de Mckinsey, que recolectó información de 120 compañías mexicanas, el 80 por ciento de los encuestados consideran que su organización se preocupa por tener una empresa más diversa, número que ha crecido un 12 por ciento con respecto a 2017. Además, el 60 por ciento cree que la diversidad en sus lugares de trabajo contribuye a tener un óptimo clima organizacional y también un mejor ambiente.

Hoy en día, el interés por la agenda en relación a la diversidad de género en las compañías ha crecido: 74 por ciento de las empresas mexicanas encuestadas confirman tenerla en sus primeras 10 prioridades, contra el 48 por ciento que afirmaron considerar así el tema en 2017. Una de las acciones que han hecho que esto avance es estableciendo objetivos, como por ejemplo, incrementar el número de mujeres en las posiciones directivas dentro de la organización.

Sin embargo, aún hay mucho trabajo por hacer en temas como sesgos en la sociedad, sueldos y más, porque de seguir con el ritmo actual, de acuerdo a dicha investigación, tomaría 100 años llegar a la paridad laboral en posiciones ejecutivas

Derrocar los sesgos

Aunque los números a nivel empresarial sí muestran avances, las ideas de género que aún se mantienen a nivel sociedad siguen siendo antiguas y pueden interferir con las actividades profesionales de las mujeres. Como muestra, según la Encuesta Mundial sobre Valores (World Values Survey), el 52.9 por ciento de los mexicanos encuestados concuerdan con que los niños sufren si la mamá trabaja; cuando para la misma pregunta, las personas encuestadas en naciones como Alemania y Canadá refirieron no estar de acuerdo con ello (69.3 y 79 por ciento, respectivamente). 

Lo anterior es un ejemplo de que estas percepciones parecen tener una correlación con la cantidad de mujeres que participan en la fuerza laboral de los países, siendo mayor en naciones como Alemania (75 por ciento) o Canadá (76 por ciento) que en México (49 por ciento), de acuerdo a números del Banco Mundial. 

Además, los sesgos parecen impactar a la representación femenina en las posiciones de alta dirección dentro de nuestro país: las mujeres casadas que tienen puestos en este sector es 10 por ciento menor (36 por ciento) al promedio nacional (46 por ciento), situación que se repite con las que tienen hijos (64 por ciento vs. 84 por ciento, respectivamente). Con respecto al matrimonio, a nivel mundial, existen diversos indicadores que muestran que las mujeres que llegan al nivel más alto (c-suite), tienen dos veces más probabilidades que los hombres de divorciarse, y nuevamente, esto parece estar relacionado con sesgos sociales.

En otras naciones, de acuerdo a la OCDE, la participación de las mujeres en los trabajos pagados es mayor. México aún es el país con la tasa más baja de participación laboral femenina entre las naciones que mide el organismo, encontrando a Brasil, Colombia, Chile y Costa Rica por encima de los mexicanos. El crecimiento de la participación de las mujeres en el territorio nacional ha aumentado solo tres puntos porcentuales en los últimos cuatro años: de 35 a 38 por ciento.

Las diferencias salariales, educativas y de promoción

En nuestro país, las carreras profesionales pueden ser muy diferentes dependiendo el género de la persona. Esto se refleja primordialmente en tres indicadores: salario, educación y promoción laboral.

De acuerdo al estudio de McKinsey, en México las mujeres ganan 7 por ciento menos que los hombres en posiciones iniciales y, desafortunadamente, conforme los puestos se acercan más a la alta dirección, la diferencia crece hasta un 17 por ciento, en promedio. 

Esa disparidad, según datos del INEGI, puede llegar a ser mucho más grande si comparamos el grado de estudios: el sueldo de una mujer con un posgrado llega a ser hasta 46 por ciento menor que el de un varón del mismo nivel académico.

En lo que se refiere a los ascensos, conforme se van escalando posiciones, también existe desigualdad: en los primeros niveles, la promoción entre hombres y mujeres se da casi en los mismos porcentajes (8.4 y 8 por ciento, respectivamente); sin embargo, este número se vuelve dispar al llegar a la alta dirección: la promoción de los hombres se da en una tasa significativamente mayor que con las mujeres: 2.8 contra 1.7 por ciento, respectivamente. 

¿Cómo transformarnos para acelerar el cambio?

El estudio de McKinsey, además de analizar la situación en México, recomienda una herramienta: CLIMB (por sus siglas en inglés), que ayuda a lograr una transformación integral:

  • Compromiso. Es imprescindible que la alta dirección se involucre y comprometa con acciones como la implementación de comités de diversidad, evaluación de gerencias, y establecer políticas de diversidad en los procesos de reclutamiento, entre otras.
  • Liderazgo. El desarrollo del liderazgo femenino es muy importante; por ello, los programas de mentoría y los procesos de retención de talento, entre otros, son esenciales para su formación.
  • Infraestructura. El trabajo en casa, los permisos por maternidad y paternidad, y las prestaciones enfocadas en la crianza —como las guarderías— son esenciales para que las mujeres puedan desarrollar su vida personal al mismo tiempo que la profesional.
  • Métricas. Para tener un control adecuado, es fundamental monitorear los indicadores establecidos y ser transparentes con las mediciones.
  • Conductas y mentalidad. La adaptación y la flexibilidad deben permear en estos cambios para que, poco a poco, también lleguen a todos los miembros de la organización. 

Como ves, se van dando pasos para la equidad, sin embargo, es importante comprometernos con los cambios para que se vayan acelerando. ¿Qué acciones llevan a cabo en tu compañía para hacerla más diversa? Déjame tus comentarios.
¡Hasta el siguiente post!

Imagen: pexels.com/LinkedinSalesNavigator

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