Hoy es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, un problema del cual no están exentos los lugares de trabajo. Por ello, es importante tomar acciones que erradiquen estas conductas. ¿Cuáles son las consecuencias y qué hacer para reducirla? Te lo cuento.
Algunos datos
Es esencial atender la violencia laboral porque sus consecuencias pueden ser muy graves. Conforme a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, estas conductas causan daños en la integridad, libertad y seguridad de las personas que la sufren, impidiendo su desarrollo profesional.
Un estudio elaborado por la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vivienda y Trabajo reflejó que el 90 por ciento de las mujeres encuestadas declararon haber sufrido algún tipo de violencia u hostigamiento a lo largo de sus vidas laborales. Las consecuencias de esto pueden llevarlas a tener falta de motivación, baja autoestima, depresión, ansiedad y estrés, y si se prolongan, es posible que desencadenen problemas más graves: enfermedades físicas, trastornos mentales y, en casos extremos, hasta suicidios.
En este estudio, se indica que las mujeres usualmente ocupan posiciones en áreas de servicio, con bajos ingresos y puestos jerárquicamente inferiores —lo que las pone en una situación más vulnerable para sufrir violencia laboral— que a sus pares masculinos, quienes tienen mejor paga y mayor reconocimiento.
De acuerdo a datos del INEGI, el 22.6 por ciento de las mujeres laboralmente activas en México han sido víctimas de violencia en sus puestos de trabajo. Específicamente en la Ciudad de México, la violencia en el 56.5 por ciento de las mujeres en esta situación fue ocasionada por sus jefes, y el porcentaje restante, fueron agredidas por un compañero de trabajo.
La importancia de atender la violencia laboral hacia las mujeres
No solo en nuestro país: la violencia laboral hacia ellas es un problema mundial. Esta situación impacta directamente en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (punto relevante para las inversiones ESG, de las que puedes leer aquí), específicamente en el objetivo relacionado con el trabajo y el crecimiento económico. Las consecuencias que genera, como el ausentismo, se traducen en pérdidas para las empresas y, por consiguiente, afecta tanto a su supervivencia como a su reputación.
Conforme a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), esta problemática puede hasta obstaculizar el funcionamiento eficiente de los mercados laborales y desalentar a las mujeres a incorporarse en sectores de trabajo como el STEM, uno de los de mayor crecimiento actualmente y que necesita aumentar su representación femenina para lograr la equidad.
¿Qué consecuencias existen?
La violencia laboral se considera un factor de riesgo en el lugar de trabajo, el cual se atiende bajo la NOM-035 en México. En el sector público, existe la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, que señala penas que van desde una amonestación privada hasta la suspensión del empleo o la destitución de puesto.
En el ámbito económico, según estudios recientes de organismos internacionales, el PIB per cápita de nuestro país sería un 22 por ciento más alto si la participación laboral de las mujeres fuera igual que la de los hombres, número que refleja la importancia de generar oportunidades de empleo y crecimiento para ellas dentro de las empresas.
Trabajar para evitarlo
Algunas acciones que se pueden tomar para reducir este problema son:
- Acabar con los estereotipos de género. La igualdad en las oportunidades profesionales, en los salarios y en el desarrollo de las personas contribuye a lograr la equidad y, por tanto, terminar con las divisiones de género.
- Otorgar poder en la toma de decisiones. Los beneficios de que una mujer ocupe los puestos de alta dirección se han documentado por muchos años con grandes resultados.
- Brindar balance entre la vida personal y profesional. Según datos del INEGI, el 74 por ciento de las mujeres destinan su tiempo libre a labores domésticas contra el 23 por ciento de los hombres. Las estrategias de flexibilidad laboral permiten que también el género masculino se involucre más en estas actividades y se contribuye a la equidad.
- Cuidar la salud física y mental. Situaciones como la pandemia por COVID-19 han incrementado las situaciones de ansiedad y crisis, que atentan directamente al desarrollo de las mujeres. Aumentar las acciones en favor de su bienestar y brindarles métodos seguros de atención y denuncia en el trabajo, contribuyen a tener ambientes confiables donde ellas podrán laborar mejor.
- Ofrecer salarios justos. Sin importar el nivel educativo, el INEGI reporta que las mujeres llegan a percibir hasta 45 por ciento menos que sus pares con el mismo nivel escolar. Desarrollar políticas que contribuyan a reducir estas brechas es una de las acciones más importantes para eliminar la violencia y lograr menores diferencias en el trabajo.
Como ves, la violencia contra las mujeres en el trabajo trae consecuencias para todos los involucrados y, como líderes, debemos hacer mucho para erradicarla. Por eso, es fundamental reflexionar sobre esto y tomar acciones para acabar con ella.
Me encantará leer tus comentarios, no olvides dejarlos abajo. ¡Hasta el próximo post!
Imágenes: pexels.com/Olia Danilevich y Canva.com
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