Si bien muchas compañías comprenden la importancia de tener buenos líderes en su empresa, pocas invierten en entrenar a su gente para llegar a estos puestos. De hecho, estudios señalan que el 82 por ciento de las veces, fallan en encontrar a los jefes adecuados, lo cual implica un costo de billones de dólares cada año para estas organizaciones. ¿Cómo trabajar para tener o ser un mejor jefe y líder? Te doy algunos highlights a continuación.
Trabaja en su persona
Ser un buen jefe significa también contar con un gran liderazgo sobre el equipo; es decir, que te vean como un excelente guía en el camino a tomar. Deloitte, en su estudio Líderes para hoy, líderes para mañana, señala que un factor importante para la percepción positiva del futuro de los negocios, es la confianza en las competencias de las personas que los operan. Además, el ambiente nos permea e inevitablemente pide nuevas competencias para continuar vigentes y alineados a los objetivos que los distintos sectores puedan tener.
Este mismo estudio indica 10 competencias que, hoy en día, se consideran importantes, guiadas bajo tres pilares principales: la eficiencia, la estrategia y el liderazgo. Algunas de las más relevantes mencionadas en el análisis son las siguientes:
- Perspectiva amplia. Valorar las oportunidades de desarrollo de la compañía a partir de sus ventajas y limitaciones, además de las tendencias del mercado.
- Perspectiva financiera. Me gusta mucho la frase “primero la evaluación, luego la acción”. El análisis financiero evalúa previamente y permite tomar decisiones clave.
- Construir relaciones efectivas. Esto es importante porque significa una consistencia entre las palabras y las acciones, lo cual te permite crear relaciones efectivas tanto dentro como fuera de la organización.
- Desarrollo de talento. Funcionar como un buen mentor para los elementos talentosos de tu equipo ayuda a tener un clima positivo y también contribuye al desarrollo de relaciones efectivas.
- Liderar el cambio. Esta tal vez sea una de las más difíciles, pues acarrea aspectos positivos y riesgos asociados con el cambio. Un buen líder debe promover los beneficios y asumir las responsabilidades que puedan aparecer.
Empodera a su gente
Una de las principales cualidades de un jefe es infundir confianza, pues con ella puede conseguir el respaldo de su equipo, además de su respeto. Existen distintas ventajas, pero entre las más importantes se encuentran el fortalecimiento de la comunicación, mayor compromiso de su plantilla y el continuo esfuerzo para el logro de los objetivos.
Recuerda que un buen jefe y líder enseña y guía al equipo, sin miedo a compartir la información necesaria con ellos. La óptima orientación que les des ayudará a su desarrollo profesional y a la productividad de la empresa.
Ofrece un buen nivel de bienestar
Sí: un buen jefe puede hacerte feliz. ¿Recuerdas que hace algunas entradas te platiqué sobre el salario emocional y acerca de la salud mental en el trabajo (puedes leer del primero aquí y sobre el segundo acá)? Pues si trabajas en ser el superior que merece tu equipo, existen varios estudiosos del tema que coinciden en que un buen líder contribuye más al bienestar que algunos programas enfocados en ello.
Por ejemplo, una investigación realizada por el Instituto Karolinska, donde se procesaron los datos de más de 20 mil trabajadores de distintos países europeos, demostró que un empleado con un mal jefe tiene hasta un 25 por ciento más probabilidades de sufrir un infarto en un periodo de 10 años a partir de que inicia esta relación laboral, porcentaje que aumenta —según este estudio— mientras peor sea la interacción con su superior.
Esto no significa que te vuelvas demasiado blando. Según la experta en programas de liderazgo Ema Seppälä, la clave está en una cultura organizacional con valores humanos llevados a la práctica. La exigencia y la autoridad no están peleadas con ser empáticos y comprensivos.
Tiene una buena red interna
Cuando los jefes y líderes tienen redes amplias dentro del centro de trabajo, el compromiso de sus empleados puede ser hasta un 5 por ciento mayor que el de quienes se mueven en redes más pequeñas, de acuerdo a un estudio de Workplace Analytics.
Esto se relaciona con que existe un trabajo diario con otras áreas y la red puede contribuir en facilitar las acciones del equipo para resolver tareas, permitiéndoles ejercer sus funciones de manera más eficaz sin limitaciones de jerarquías. ¿Qué tanto fomentas tu relación con otros gerentes y directores en tu organización?
Da el ejemplo
Una de las características principales de un buen jefe es la planeación. Esto evitará en lo posible los encargos urgentes que pueda solicitarle al equipo fuera de su horario laboral hasta generar un nuevo mal hábito. Un estudio de Gallup, una de las principales consultoras de empresas de Estados Unidos, reflejó que los jefes que trabajan más veces lejos de la jornada laboral que otros equipos, tienen 33 por ciento más posibilidades de desvincularse del trabajo y el doble de probabilidad de no valorar el liderazgo de su superior.
Por otro lado, si es necesario, un buen líder se queda con su gente. Este mismo análisis indica que cuando un jefe se mantiene con el equipo durante los horarios extendidos de trabajo, los empleados pueden laborar hasta un 19 por ciento mejor y comprometerse con ello, a diferencia de quienes no acompañan a su plantilla. Recuerda que como superior, la responsabilidad es que asignes equitativamente el trabajo a tu equipo y, en lo posible, salgan a la hora correspondiente. ¡Mantén la motivación al máximo!
¿Eres jefe o trabajas para serlo? Espero que esta entrada te inspire a ser tu mejor versión tanto por ti como por tu equipo, ya que, como ves, ser un buen jefe y líder trae beneficios en conjunto: para la empresa, para tus empleados y para ti mismo.
No olvides dejarme tus comentarios y compartir con quien lo necesite. ¡Hasta el próximo post!
Imágenes: pexels.com
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