La inclusión es un tema cada vez más relevante en el entorno laboral. Sin embargo, cuando escuchamos sobre “lenguaje inclusivo”, es posible que muchos sintamos un poco de desconcierto. “¿Es necesario?”, “¿Por qué cambiar algo que siempre ha funcionado?”. Esas son dos preguntas que pueden surgir.
La imagen interna y externa de una empresa depende de muchos factores, pero uno de los valores esenciales es el respeto a la diversidad. Una manera de incorporarlo es por medio del lenguaje inclusivo, porque combate los estereotipos y elimina las expresiones denigrantes.
El lenguaje inclusivo es una herramienta que nos ayuda a respetar y alcanzar la igualdad, así podemos crear ambientes agradables de trabajo que tienen un impacto directo en el aumento de la productividad.
Ventajas del lenguaje inclusivo
Utilizar el lenguaje inclusivo nos ayuda a promover la igualdad dentro de la empresa y con todos nuestros contactos externos. Al implementarlo, veremos algunas acciones positivas como:
- Fomentar la igualdad de género. Al usar un lenguaje más neutro ayudamos a visibilizar todos los géneros y combatimos la discriminación.
- Reconocer la diversidad. Al reconocer que existen diversas identidades de género, promovemos el respeto hacia las personas; de esta manera, se sienten valoradas.
- Generar un mejor clima laboral. Cuando la gente corrobora que la empresa se preocupa por estos detalles, se siente más a gusto, lo que se refleja en el clima laboral. Además, es un factor importante para atraer talento.
7 pasos iniciales
Como hemos visto, el lenguaje inclusivo es esencial para disminuir la discriminación y, sobre todo, generar un ambiente de respeto. El siguiente paso es ver la manera de implementarlo en la empresa. Por ello, te compartimos algunos consejos que seguramente te ayudarán a lograr este importante objetivo:
- Vigila tu comunicación interna y externa
Antes de empezar, es necesario hacer una evaluación de la manera en que se lleva a cabo tu comunicación interna y externa. Examina cómo se dirigen a los clientes por medio de las redes sociales o la web corporativa, y también haz un estudio para determinar la forma en que se comunican de manera interna, ya sea por medio de intranet, boletines o en las propias juntas de trabajo.
- Evita expresiones discriminatorias
Nuestro idioma es tan rico, que nos ofrece diversas palabras para evitar la discriminación por género; por ejemplo, trata de elegir términos neutros como el personal, la ciudadanía, las personas: son palabras que aluden a un conjunto sin hacer diferencias por género u otras características.
- Visibiliza el género sólo cuando sea necesario
Adoptar un vocabulario neutro nos ayuda a evitar problemas; sin embargo, si debes hacer referencia al género, utiliza sin miedo las palabras adecuadas. Un ejemplo es cuando nos referimos a cargos desempeñados por una mujer. En estos casos, elige términos femeninos, como la presidenta, la científica, la jueza.
- Usa con mesura el desdoblamiento
Muchas personas solucionan sus escritos con el desdoblamiento del género, que es poner la palabra con su versión femenina y masculina; por ejemplo, las trabajadoras y trabajadores. Sólo ten en cuenta que, ocasionalmente, esto entorpece la lectura y hace que los escritos sean cansados. Úsalos únicamente cuando puede haber una confusión o se quiere enfatizar una idea.
- Evita los falsos genéricos
Muchas personas consideran que utilizar el masculino o grafías como @ o X ayudan a comunicarse de manera inclusiva, pero no es así, al contrario; las grafías, por ejemplo, pueden complicar la lectura y es mejor recurrir al desdoblamiento para evitar el masculino como un genérico.
- La comunicación visual también importa
El lenguaje inclusivo no sólo se enfoca en las palabras, sino también en la imagen, así que, al crear tu material visual, asegúrate de que haya presencia igualitaria de géneros y edades, así enriquecerás tu imagen corporativa.
- Crea un manual
Es complicado recordar todas las reglas y adaptarse al cambio, por ello es que se recomienda hacer un manual propio. En este documento puede establecerse de manera puntual el tratamiento de la comunicación interna y externa, además será como un pequeño acordeón o cuaderno de consulta para reafirmar cómo expresarnos o encontrar la manera de hacerlo cuando no sabemos cómo actuar ante determinada situación.
Con el fin de generar mayor conciencia, también es recomendable que organices algún curso o capacitación sobre este tema, para que sea más sencillo su manejo. Puedes recurrir a varios manuales y casos específicos para proponer un sistema de inclusión dentro de tu empresa.
¿Qué opinas sobre el tema? ¿Qué tan necesario o urgente es generar esta conciencia del uso del lenguaje inclusivo? Me gustaría conocer tus ideas, así que te leo en los comentarios. ¡Hasta el siguiente post!
Imagen: pexels.com/Mart Production
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