Si has escuchado que recientemente hay gente cercana que se da un año sabático y te gustaría tomarlo también, debes tener en cuenta algunos puntos específicos para hacerlo correctamente y no haya sorpresas. Puede servirte para estudiar, emprender o, simplemente, descansar; estos consejos te ayudarán a que sea mejor.
El alza del año sabático
Como dato cultural y haciendo un poco de historia, este concepto proviene de una tradición hebrea que consistía en descansar 12 meses a partir del séptimo año de labrar la tierra; de esta manera, los campesinos renovaban fuerzas y permitían la recuperación del suelo.
En la actualidad, tener un año sabático es muy común en el ámbito académico, ya que muchos profesores tienen esta prestación con goce de sueldo; un periodo en el que hacen un cambio de actividades para dedicarse a la investigación, al intercambio laboral o conocer nuevas habilidades.
La práctica de tomar este periodo se está popularizando en la vida profesional de muchos a partir de los recientes esquemas laborales y está comprobando beneficios para quienes lo toman. De acuerdo con una investigación publicada en Harvard Business Review, las personas que se dan unos meses fuera del trabajo experimentan cambios positivos y significativos tanto en lo laboral como en lo personal.
Lo primordial: planear lo económico
Si estás proyectando tomar un año sabático, principalmente si te dedicas al sector privado, debes poner mucha atención en que —seguramente— tú tendrás que hacerte cargo de tus gastos, por lo que la organización financiera es vital.
Al hablar de este periodo en un contexto empresarial, veremos que existen algunos cambios en la idea original, ya que puede ser de tres meses en adelante y, en la mayoría de los casos, es sin goce de sueldo.
Si consideras que tu compañía puede tener la flexibilidad de brindarte un año sabático, lo primero que debes considerar es tu salud financiera; por ello, es recomendable planear bien tus gastos y las actividades que llevarás a cabo durante ese tiempo; por esa razón:
- Elabora un presupuesto
Es de suma importancia realizar un presupuesto antes de tomarte esos meses. Debes tener en cuenta el tiempo que durará, cuáles son tus gastos fijos (como la manutención de tu casa) y también, es esencial planificar los costos de lo que harás en ese periodo como viajes, cursos, etc.
- Ahorra para tus gastos
Una vez que tengas un presupuesto, es importante empezar a ahorrar para sufragar tus necesidades. Lo más conveniente es que el monto sea similar, al menos, a lo que ganas en un año. También es recomendable que pagues tus deudas y tengas una cantidad destinada para emergencias; de esta manera, podrás estar tranquilo durante dicho lapso.
Usa bien un año sabático
Este periodo no es vacacional, sino una oportunidad para hacer cambios en tu vida y experimentar nuevas actividades que te harán crecer como persona. Estos son algunos de los beneficios que puedes aprovechar:
- Aprender otras habilidades
Esto puede ser muy conveniente para aprender un idioma, realizar estudios distintos a tu formación o tomar algún diplomado o posgrado para profesionalizar más tu área de conocimiento. De esta forma, dedicarás tu tiempo completo a realizar el curso sin la presión de cumplir con tu trabajo y la escuela. Esta opción favorecerá el contenido de tu CV.
- Viajar por el mundo
Este plan es más común entre los estudiantes que terminan la universidad, pues deciden visitar otro país, para luego regresar e incorporarse al mercado laboral con cierta experiencia de vida. Esta opción, además, la puedes adaptar a tus necesidades, ya sea para conocer otra nación, practicar algún idioma o incluso colaborar en otro campo de trabajo y conocer más culturas laborales.
- Crear tu propio negocio
Si tienes un emprendimiento en mente, este tiempo puede ser muy funcional para desarrollar el plan de negocios, así te dedicarás por completo a hacerlo realidad; lo ideal es que vuelvas a tu trabajo habitual cuando el proyecto marche bien y solo te enfoques en vigilar su crecimiento.
- Hacer voluntariado o estar con la familia
Si bien este lapso es más común en el ámbito académico, hay empresas que tienen convenios con otras para realizar actividades como voluntariados; esta oportunidad es buena en el sentido de que aprenderás nuevas actividades y, a la vez, seguirás en contacto con tu compañía actual. Realmente, esta situación es muy conveniente para ambas partes, porque el vínculo no se rompe y, al final, tu organización tendrá una participación destacada mediante tu presencia.
Incluso es bueno dedicar este año sabático a la familia; muchas veces, es funcional para los padres y madres que tienen hijos muy pequeños y quieren estar con ellos durante la etapa en la que más los necesitan. Esta parte también te hace crecer y seguro regresarás a laborar con mayor tranquilidad al saber que la familia puede ser más independiente.
Un año sabático suena tentador; sin embargo, debemos tomar en cuenta que requiere de una buena planeación y varios acuerdos, ya que todavía hay empresas que no brindan esta prestación a sus trabajadores, pero seguramente, poco a poco, esta práctica se irá generalizando.
¿Te gustaría tomar unos meses sabáticos? Y de ser así, ¿a qué los dedicarías? Te leo en los comentarios. ¡Hasta el siguiente post!
Imagen: pexels.com/Vojta Kovařík
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