Aprende de los fracasos: cinco empresas que nos dejaron grandes lecciones

Cuando sabemos de una empresa exitosa, siempre buscamos llegar a ser como ese líder que llevó a la cima a su organización. Y si bien de ello podemos obtener grandes lecciones, aun se puede descubrir más de los fracasos para no repetir los errores que otros ya cometieron. Esta semana te presento cinco casos (¡cuatro mexicanos!) de empresas que nos dejan mucho aprendizaje de sus decisiones. ¡Te vas a sorprender!

Los celulares de negocios… que no lo fueron

Hace 13 años, todos compartimos el famoso BB pin para tener chats tanto con colaboradores de trabajo como con nuestros amigos. Blackberry fue una empresa que llegó a tener el 50 por ciento del mercado de celulares en Estados Unidos y el 20 por ciento a nivel global.

Cuando todo estaba bien, las malas decisiones comenzaron la debacle de este gigante tecnológico. Si bien expertos señalan que la compañía tuvo errores en sus estrategias, hay una decisión que consideran fue la que inició la crisis que les llevó a tener un 0 por ciento de mercado en el 2016: mantener los teclados físicos.

Aunado a ello, la compañía tardó en tomar en cuenta la revolución de las apps y las posibilidades de los celulares touchscreen, como una mejor visualización de los contenidos, así como la navegación. Aunque en el 2020 llegó a un arreglo con la startup Onward Mobility para producir teléfonos 5G bajo el nombre de la marca (con teclado físico), a principios de febrero del 2022, la empresa cerró, dejando definitivamente fuera de la jugada a la que hace algunos años fue la marca predilecta para el nicho ejecutivo.

Los antojos que se quedaron en el recuerdo

En el caso de México, hay diversas organizaciones que marcaron la infancia de quienes son mayores de 30 años. Una de ellas fue Burger Boy, cadena de hamburguesas mexicana que surgió en la década de los 70, cuando en el país no existía oferta de este tipo de comida. Otro caso fue el de la marca de helados Bing, que se creó en Guadalajara y que llegó a ser muy exitosa a nivel nacional.

Para estas compañías, dos eventos fueron los que influyeron en su caída. Uno fue la entrada del Tratado de Libre Comercio, el cual permitió que firmas como McDonald’s llegaran a México, y también la crisis de 1994, que golpeó a la heladera y la cual, aunque ya había sido adquirida por el dueño de Helados Holanda, tuvo que ayudarse de una transnacional, que poco a poco debió cerrar sus 600 tiendas, siendo la última en el 2000.

La historia de Burger Boy estuvo a punto de resurgir hace algunos años, cuando se informó que se abrirían nuevamente sucursales de la marca y venderían sus propios productos para hacer las hamburguesas en casa. Pero cuando empezaron la promoción, aún no tenían todos los convenios y ese error de planeación nos dejó con el antojo.

Un tremendo aprendizaje

¿Recuerdas a Comercial Mexicana? Nació en 1930 como una tienda de textiles y creció hasta llegar a ser una gran cadena que incluyó tiendas de autoservicio, restaurantes California y otros formatos comerciales. Sin embargo, una serie de decisiones erróneas la llevaron a concurso mercantil.

La compañía tenía inversiones en derivados, que en el 2007 les reportó un 7.4 por ciento de las utilidades totales del grupo y con el que justificaron dichas determinaciones. Pero existió un problema ético: las decisiones no estaban aprobadas por el director general o el consejo de administración. Cuando vino la crisis del 2008, los resultados de estas malas elecciones salieron a la luz a tal grado, que el entonces gobernador del Banco de México dijo que “la cadena había jugado a las apuestas riesgosas en lugar de vender jitomates”. 

Después de la reestructuración de su deuda y la venta de casi todos sus negocios a Grupo Gigante y una parte a Costco Wholesale, se quedó únicamente con City Market, Fresco y Sumesa, además de 26 tiendas de La Comer. Hoy en día, gran parte de la estrategia se mantiene en el formato retail de lujo (City Market), con el que han logrado mejoras en su rentabilidad y sí, una de las condiciones para continuar operando es no tener nuevamente derivados financieros.

Si quieres leer más de este caso, te recomiendo este artículo.

La mexicana que puso en jaque a IBM

Esta historia surgió hace más de 40 años con Jorge Espinosa Mireles, un empresario visionario que fundó Printaform, una compañía de computadoras mexicana. Cuando a principios de la década de los 80 todos querían una personal IBM o Macintosh, comprarla en México era muy caro. El entonces presidente José López Portillo decidió la creación del Plan de Fomento a la Industria Eléctrica y de la Computación, utilizando como punta de lanza a Printaform, empresa que ya tenía experiencia en la fabricación de productos como calculadoras y máquinas de escribir eléctricas.

Cuando presentó el modelo Cado, que podía llevarse en un avión y acomodarse bajo el asiento delantero, fue la sensación en las ferias estadounidenses. Lo mejor: el precio era mucho menor comparado con su competencia. Llegaron a ser tan famosos los equipos de computación Printaform, que el mismo Bill Gates se alió con la empresa mexicana para que estos utilizaran Windows.

Las Printaform fueron las primeras computadoras en las que se podía accesar a enciclopedias digitales como Encarta y usar editores de texto. A principios de los años 90, la marca llegó a estar en México por encima de gigantes del sector como IBM o Compaq.

Sin embargo, en 1992, el secuestro de Espinosa Mireles golpeó duramente a la firma porque su rescate dejó casi en la bancarrota a su familia. Cuando buscaban recuperarse de esto, inició el Tratado de Libre Comercio, que permitió la entrada de los grandes y Printaform tuvo que desistir y salir del mercado. Actualmente, la marca se dedica a la venta de muebles y el Sr. Espinosa murió el año pasado.

Los casos de estas cinco organizaciones nos dejan mucho que reflexionar y demuestran la importancia de estar bien atentos para no repetir los errores. Si quieres aprender de otros, te recomiendo conocer el movimiento FuckUp nights, una iniciativa que presenta las experiencias de fracasos que han tenido empresarios de todos niveles, con la finalidad de que los asistentes aprendan de ellos.

¿Qué otro caso recuerdas que consideras sea un buen ejemplo de enseñanza? Déjalo en los comentarios.

¡Hasta el próximo post!

Imágenes: pexels.com/Andrea Piacquardio.

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