México es uno de los países en América Latina donde las mujeres tienen mejores oportunidades de éxito al emprender; sin embargo, aún son pocas las empresas encabezadas por mujeres en el país. Te comparto datos y recomendaciones para impulsar el emprendimiento femenino y celebrarlo.
Según datos de la OCDE, en México solo el 19 por ciento de los emprendimientos están liderados por mujeres. Ellas tienen algunas características que las hacen únicas en el emprendimiento, como estar mejor preparadas académicamente: el 65 por ciento de estas mujeres tienen estudios superiores contra el 53 por ciento de los hombres.
Las razones por las que emprenden son diversas. Casi la mitad (49 por ciento) lo hacen para obtener independencia y mejorar su calidad de vida, pero, además, hay las que buscan iniciar un negocio en un sector de su interés; también porque el emprendimiento se vuelve una alternativa ante el desempleo.
Los sectores en los que emprenden
Las empresas creadas por mexicanas, de acuerdo a datos del INEGI, son primordialmente de consumo (62 por ciento).
Varios organismos coinciden en que se dificulta que ellas se integren a los ámbitos de la ciencia y la tecnología porque es más aceptado que una mujer se desarrolle profesionalmente dentro de los rubros de la educación y servicios. Esto ha representado una desventaja porque la mayor parte de los inversionistas buscan colocar sus capitales dentro de emprendimientos tecnológicos, sectores donde las mujeres son más escasas: solo el 15 por ciento de quienes eligen carreras de ciencia y tecnología pertenecen al género femenino.
Aunque el emprendimiento en el sector digital por parte de las mujeres es aún bajo, existen datos que demuestran la rentabilidad de estos proyectos cuando una de ellas está al frente. Conforme a un estudio de Boston Consulting Group, las startups que dirige una líder brindan una ganancia de 78 centavos por cada dólar invertido, a diferencia de su contraparte masculina que obtiene 31 centavos por cada dólar. Y también las empresas lideradas por mujeres fallan un 14 por ciento menos que los hombres.
Los retos del emprendimiento femenino
Conforme al estudio de Deloitte Women Entrepreneurship Report, hay tres factores que significan los mayores retos de las mujeres que deciden emprender:
- Las mujeres en el mundo tienden a concentrarse en sectores como la moda, retail, servicios domésticos, educación y salud, los cuales son poco atractivos para los inversionistas, quienes se interesan más en los de tecnología.
- Sus empresas tienden a ser más pequeñas y con menor capital. El dinero para iniciar un negocio suele venir de sus propios ahorros, un crédito personal o ayuda familiar. Esto se agudiza en emprendimientos de países en desarrollo, donde se calcula que el 70 por ciento de ellas no cuentan con fondos suficientes, lo que incrementa sus posibilidades de fallar.
- Las mujeres que emprenden suelen hacerlo a mayor edad porque muchas deciden, primero, atender las responsabilidades familiares; sin embargo, una vez que inician, tienen la oportunidad de trabajar menos que los hombres.
Apoyarlas, una gran práctica
Los beneficios del emprendimiento son muchos para las economías mundiales y, específicamente, en los que realizan las mujeres; la mayor parte de las ganancias se va hacia sus hogares, contribuyendo a que sus familias tengan más oportunidades de estudiar y, por consiguiente, mejorar tanto sus vidas como los entornos que las rodean.
Conscientes de esto, muchas compañías han creado programas que ayudan activamente a este sector con capacitación y mentoría para que realicen estrategias de negocio más sólidas y con ello, las posibilidades de supervivencia de los negocios sean mayores.
Una de estas empresas es Dalia Empower, un proyecto de educación continua que apoya a las mujeres a alcanzar sus metas, tanto personales como profesionales. Otra es Socialab, un proyecto que busca crear la red de emprendedoras más grande en Latinoamérica. Y una más es SheWorks!, donde ayudan a las mujeres a encontrar a las profesionistas adecuadas para su emprendimiento, buscando evitar los costos de las malas selecciones. También dan cursos para emprendedoras.
Otra forma de apoyar el emprendimiento femenino es a través de la educación, incentivando que las niñas realicen estudios en ciencia y tecnología para que, en el futuro, puedan generar más compañías relacionadas con la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), que son las que más buscan los inversionistas.
Emprender es una tarea titánica y otra actividad en la que, si trabajamos por la equidad para que se tenga la misma oportunidad sin importar el género, los beneficios se reflejarán en la economía de México.
Este texto es para celebrar a las mujeres que ya se decidieron a iniciar sus negocios propios y para reconocer que hay que trabajar en que la oportunidad llegue a más personas y surjan grandes ideas.
¡Felicidades, emprendedoras!
¡Hasta el próximo post!
Imágenes: pexels.com
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