Además de la formación profesional y la experiencia, existen otros factores que los empleadores evalúan antes de llegar a la contratación. Por ello, suelen cuestionar al candidato con respecto a qué aspectos le atrajeron de la empresa y la forma en la que se siente más cómodo trabajando.
Al hecho de compartir costumbres, valores, creencias y formas de actuar entre un centro laboral y un candidato se le conoce como match cultural.
La importancia de hacer clic
La cultura corporativa es la base para establecer el match cultural. Una de sus ventajas es que, al tener un mismo propósito entre ambas partes, se logrará que el nuevo candidato se adapte más rápido a la dinámica de trabajo. Esa condición garantiza un buen ambiente laboral, ya que el universo de colaboradores estará en la misma línea.
Elegir personal con perfiles que coincidan con la cultura empresarial contribuye también a la retención de talento, y eso se convierte en un factor relevante para que los nuevos colaboradores se sientan motivados. En contrapunto, cuando no existe un mismo objetivo, entonces surge un desajuste que genera que los recién contratados abandonen el trabajo a los 18 meses en promedio. Esto siempre provoca un impacto negativo en la productividad, pues se inician nuevos procesos de selección.
Lauren Kolbe lo describe muy bien: “Podemos enseñar a alguien a hacer su trabajo, pero no podemos enseñarle a amar la forma en que lo hacemos”.
¿Match cultural y diversidad?
A primera vista, parecería que estos conceptos son contrarios, pero en realidad se complementan. La clave está en buscar un equilibrio.
Previamente te he platicado que un equipo diverso ayuda a la innovación y a una mejor solución de problemas. Contar con distintas perspectivas aumenta la capacidad de operar en diferentes mercados y se ha demostrado que los equipos diversos tienen un 35 por ciento más de éxito y rentabilidad que las empresas homogéneas.
El match puede establecerse a partir de compartir misión, visión y formas de trabajo, sin restringir otros elementos que serían discriminatorios, como género, origen o edad.
Add Cultural: una suma al match
Ante el match cultural, nace el add cultural, que se enfoca en analizar las aportaciones y nuevas ideas que puede hacer una persona que se unirá al equipo. El objetivo es integrar un grupo que pueda compartir los mismos valores, pero que aporte una visión distinta para mejorar la estructura existente.
Las áreas de recursos humanos, junto con los jefes de departamento, pueden evaluar qué tan homogénea es la empresa, determinar qué grupos no están representados y así complementar los perfiles que requieren.
La realidad es que hay que encontrar el punto medio y tomar en cuenta el match cultural como un punto a considerar, no como un principio básico, porque se puede caer en la discriminación, perspectiva que hoy es penada y hay que evitar.
Desde tu punto de vista, ¿qué tan importante es el match cultural para la contratación de nuevos elementos? Me gustaría conocer tu opinión, así que te leo en los comentarios. ¡Hasta el siguiente post!
Imagen: pexels.com/Fauxels
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