Crear redes profesionales puede ser complejo. Para muchos, resulta tan estresante, que lo evitan y es hasta objeto de estudio con interesantes resultados: una gran cantidad de personas no realizan esta actividad porque se sienten desde incómodas y ansiosas, hasta físicamente sucias (sí, así lo expresaron los encuestados).
Entonces, ¿en verdad es relevante exponernos a esta práctica? Investigaciones demuestran que sí es importante nuestro networking: el 70 por ciento de los profesionistas son contratados cuando tienen una conexión previa o son referidos por algún empleado vigente en la compañía. Pero entre los géneros, existen elementos que hacen que relacionarnos laboralmente no sea igual para toda la gente y, por tanto, se limiten los desarrollos profesionales.
Networking: diferencias entre hombres y mujeres
Aunque se esté trabajando para la equidad, la realidad es que hay distinciones entre los géneros. LinkedIn realizó un estudio al respecto que demuestra un término cada vez más discutido: el network gap, que se refiere a esta brecha existente entre la fuerza y el tamaño de los círculos profesionales, la cual se acentúa entre hombres y mujeres. En México, de acuerdo a la infografía, ellas tienen 18 por ciento menos probabilidades de tener un networking sólido, a comparación de sus pares masculinos.
Esta brecha apunta a diferencias culturales que aún permean en los lugares de trabajo; por ejemplo: labores de casa y los sesgos en ambientes mayoritariamente masculinos, entre otros.
Sin embargo, este análisis señala un factor clave: la modestia femenina, lo cual significa que las mujeres no aprovechan al 100 por ciento sus círculos de networking, pues están continuamente pensando en qué pueden aportar a los demás en lugar de meditar sobre qué pedirles para su crecimiento. Incluso, aquí entran las diferencias sociales: ellas muchas veces no asisten a eventos fuera de los horarios laborales con el fin de llegar a casa con sus familias o también para evitar que una relación con algún compañero pueda ser malentendida. Por tanto, los círculos de las mujeres suelen ser muy cercanos y de largo plazo.
Los hombres, por el otro lado, tienden a formar alianzas, lo que les permite acrecentar sus círculos. Muchos de ellos no tienen miedo a solicitar lo que necesitan a otros y, de esta manera, pueden aumentar sus contactos sin problema. Además, el ser directos les ayuda a pedir lo que quieren, a venderse mejor y, con ello, a tener más oportunidades en el ambiente laboral.
A mejorar ese networking
Ya observamos que sí existen diferencias en cómo nos relacionamos en el ámbito profesional. ¿Qué podemos hacer para reducir ese networking gap? Estos consejos te ayudarán a cerrar la brecha:
- Solicita ayuda y recomendaciones
Que no te dé vergüenza hacerlo, pues este es un factor determinante para que se “mueva” tu círculo a tu favor. De acuerdo al estudio Women in the Workplace de McKinsey, por cada 79 mujeres con ascensos laborales, hay 100 hombres, en parte porque ellos, como ya lo viste, lo consiguen por características como ser directos. Así que no temas y pide amablemente a quien pueda apoyarte en conseguir tu objetivo.
- Que los obstáculos sean beneficios
Principalmente para las que se desarrollan en ambientes mayormente masculinos, esta estrategia puede ser de gran importancia: genera relaciones no solo con ellos, sino también con otras mujeres para crear esta conexión de apoyo. Puedes aprovechar las conversaciones para hablar con tus pares femeninos acerca de cómo ayudarse entre ustedes. Sé honesta en las áreas de oportunidad y piensa en cómo es posible colaborar en sus respectivos crecimientos. Te sorprenderán los resultados.
- Sal de tu zona de comfort
No tengas miedo y levanta la mano ante las oportunidades que se te presenten: conferencias, talleres, cursos, voluntariados. Además del conocimiento que puedas adoptar, es muy probable que conozcas a nuevas personas con quienes aumentar tu networking y que tal vez contribuyan a lograr metas específicas.
- Ayuda a otros
Si ya estás en alguna posición de liderazgo, las nuevas generaciones que inician quizá buscarán mentoría, y esta no es solo una oportunidad para ampliar tu networking, sino también servirá para facilitar el camino de quienes vienen detrás. Inclusive, en un punto pueden hacer colaboraciones conjuntas conforme vayan ganando experiencia.
- Mantén un círculo clave
A diferencia de los hombres, las mujeres necesitan un círculo cercano de contactos femeninos que les ayuden a sobrepasar los retos sociales que existen en las compañías. Esto es extra a un networking amplio que es posible crear; así que si no lo tienes, analiza qué personas pueden ser clave para generar ese círculo íntimo y empieza a formarlo.
Nosotras aún enfrentamos muchos retos en los lugares de trabajo; sin embargo, contribuir tanto a nivel personal como empresarial para asegurar que todas las personas tengamos las mismas oportunidades es esencial para desarrollar el talento de manera equitativa.
¿Qué otras herramientas consideras útiles para facilitar el networking femenino? Te leo en los comentarios. ¡Hasta el siguiente post!
Imagen mujeres: pexels.com/RDNE stock project
No Comments